¿Tu cajón de la ropa interior es un caos? ¿Nunca encontrás ese corpiño que tanto te gusta y, cuando lo haces, está deformado y arrugado? Mantener ordenado el cajón de la ropa interior es difícil, pero con estos trucos tus cajones parecerán los de un organizador profesional.

Como dice la gurú del orden Marie Kondo, “la organización efectiva implica dos acciones esenciales: eliminar cosas y decidir dónde guardarlas. De estas dos, la eliminación va primero”.

1. El primer paso es vaciar tu cajón de la ropa interior y separar cada tipo de prenda: las vedetinas por un lado, las colaless por otro, la lencería fina, los corpiños, etc.

2. Lo segundo es analizar la ropa interior que tenés y valorar si hay que retirar algo -tal vez un corpiño al que se le sale el aro o te aprieta demasiado o una bombacha que ya no utilizas.

3. Con las prendas clasificadas, observá qué tipo de ropa interior utilizas a diario. Si, por ejemplo, haces ejercicio regularmente, reserva un lugar para guardar las bombachas y corpiños deportivos y así, cuando vayas a usarlos, los localices fácilmente. Lo mismo si tienes bodys, ligas o lencería fina que utilizas esporádicamente. Destina un lugar para estas prendas en el que estén protegidas y bien guardadas. ¡Sería una faena que el gancho de un corpiño estropeara ese conjunto de lencería que tanto te gusta! Guarda la ropa interior más especial en una caja dentro del armario, en un lugar donde no estorbe pero accesible.

Métodos para organizar la ropa interior  

Existen varios métodos para doblar tu ropa interior, y este dependerá de dónde la vayas a guardar. Si va en un cajón, dobla cada una de las prendas como nos ha enseñado Marie Kondo. Coloca las bombachas boca abajo y lleva la parte de la entrepierna hasta la cintura. Después dobla cada uno de los lados hacia el centro sobre la parte de la entrepierna. Después, enrolla la bombacha de abajo hacia arriba. Así lo que se verá será la parte delantera de la bombacha. (te dejamos un videito para que veas cómo hacerlo) 

Guárdala en un pequeño cajón de la cómoda o del armario (uno con una profundidad de 10 cm será suficiente). Coloca cada una de las bombachas en vertical, de manera que, cuando abras el cajón, puedas verlas todas sin necesidad de andar rebuscando y desordenándolo aún más.

Respecto a los corpiños, este tipo de prendas tienden a deformarse si no se guardan y lavan adecuadamente. Seguramente, si abres tu cajón de la ropa interior, los sujetadores están doblados sobre sí mismos, con una de las tazas del revés y tirantes y broche escondidos en las copas. Pero así se deforman y estropean.

Para que esto no pase la mayoría de organizadores profesionales recomienda guardar los corpiños en paralelo, uno seguido de otro. Esconde los tirantes y el broche en el interior de las tazas y, ya sean con aro, armados o strapless, podrás localizar el que quieres rápidamente y de un solo vistazo.

¡Qué gusto abrir los cajones y disfrutar de su orden!